La pandemia de COVID-19 ha impactado fuertemente la economía de la República Dominicana. El producto interno bruto (PIB) se contrajo en 2020 un 6.7% con respecto al año anterior. La tasa de pobreza alcanzó el 21.8% en 2020 de acuerdo con las últimas estimaciones internacionales comparables, 1.5 puntos porcentuales superior al año anterior, aunque inferior al promedio (30.9%) de América Latina y el Caribe (ALC). El nivel de pobreza extrema se situaba en torno al 4.6%, lo que supone un aumento de 0.3 puntos porcentuales con respecto a 2019 aunque inferior al de ALC (10.0%). Entre marzo de 2020 y mayo de 2021, las escuelas han estado totalmente cerradas durante 33 semanas, frente a una media de 26 semanas en la región de ALC y 15 semanas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los efectos negativos del cierre de escuelas en los niños y sus familias se han compensado parcialmente con el acceso a un aprendizaje en línea efectivo. La República Dominicana registra una de las coberturas de aprendizaje en línea más altas de la región de ALC (el 46.7% de las escuelas), cercana a la de la OCDE (54.1%). Al comenzar la pandemia, la República Dominicana tenía un nivel de gasto público en atención sanitaria relativamente bajo, del 6.1% del PIB, inferior al de ALC (6.8%), aunque ha aumentado 0.5 puntos porcentuales en el último decenio. La percepción de la calidad de la atención en salud entre los ciudadanos es relativamente moderada. En 2020, el 52.2% de las personas se declaraban satisfechas con los servicios de salud, un porcentaje ligeramente superior al de ALC (48.2%), pero inferior al de la OCDE (70.7%). Una de las mejoras más notables en los últimos años está relacionada con la percepción de la corrupción entre la población. En 2020, el 57.7% de las personas consideraban que el gobierno era corrupto, más de 20 puntos porcentuales menos que un decenio antes, cuando se registró una de las cifras más elevadas de ALC (72.4%).