Table of Contents

  • El estudio de la OCDE sobre la Equidad de Género en Chile es el primero de una serie que aborda a los países de América Latina y el Caribe sobre este tema en particular. Este estudio sitúa las brechas de género de los resultados laborales y educacionales de Chile en un contexto comparativo, profundizando en aquellos factores que contribuyen a la desigualdad de resultados, incluyendo la distribución desigual de labores no remuneradas. El estudio investiga además la forma en que las políticas y programas existentes en Chile pueden contribuir a que esta distribución sea más equitativa, ofreciendo sugerencias para fortalecerlos.

  • Durante las últimas décadas, la igualdad de género en Chile ha avanzado en varias dimensiones importantes. Los logros educacionales han mejorado significativamente de un grupo de edad al siguiente, tanto para hombres como para mujeres, y en la actualidad las mujeres jóvenes superan a los hombres jóvenes en términos de resultados educacionales. La proporción de titulados en la educación superior es mayor entre las mujeres jóvenes que entre los hombres jóvenes y el rendimiento de la educación es ligeramente superior en las mujeres.

  • En este capítulo se analiza la evidencia sobre brechas de género en los resultados económicos y educacionales de Chile y discute los factores condicionantes de estas brechas. Comienza con una visión general de las brechas de género de los resultados educacionales y del mercado laboral en diferentes dimensiones (tasas de matrícula y extraescolar, resultados de competencias y participación en el mercado laboral, brechas salariales de género e interacciones entre la maternidad y acceso a calidad laboral). A continuación, se analizan los factores que contribuyen a estas brechas (trabajo no remunerado, actitudes, barreras legales, rol que desempeña la violencia y acceso a centros de atención). Además de comparar a Chile con otros países latinoamericanos y de la OCDE, este capítulo aborda la articulación de las diferencias de género entre grupos socioeconómicos. Esto incluye prestar atención al análisis de las diferencias urbanas versus las rurales y las diferencias entre niveles de educación, etarios e ingresos.

  • En este capítulo se argumenta que para lograr un mejor reparto de las responsabilidades remuneradas y no remuneradas entre hombres y mujeres en Chile se requiere de una estrategia política integral y se presenta un marco holístico para su desarrollo utilizando dos ejes políticos. El primer eje comprende las políticas destinadas a reducir las barreras que se interponen para una división más equitativa del tiempo y las responsabilidades entre hombres y mujeres: La creación de un sistema de cuidados más eficaz, la ampliación del permiso parental y la reducción de la transmisión de estereotipos de género mediante del sistema educacional. El segundo eje incluye políticas que pretenden aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral garantizando que el trabajo remunerado de las mujeres sea más rentable: Garantizar el acceso a una educación de calidad para todos, promover a las mujeres en carreras no tradicionales y puestos de liderazgo, apoyar el espíritu empresarial femenino y combatir la violencia contra las mujeres. El capítulo revisa en detalle cada área y ofrece ideas políticas para posibles mejoras.

  • Este capítulo ofrece una visión detallada de los impactos de la pandemia del COVID19 en la salud, bienestar social y económico en Chile. En él se constata que el COVID19 y la cuarentena han exacerbado drásticamente las desigualdades de género, al menos temporalmente. El capítulo comienza con un análisis de la evolución del mercado laboral. La pandemia ha exacerbado el papel de sustentador principal de los hombres. Por el contrario, las mujeres chilenas que dejaron de trabajar no buscaron otro empleo ‑porque asumieron tareas adicionales de cuidado. Además de una mayor inactividad en el mercado laboral, la pandemia también provocó una exacerbación del estrés y de los problemas de salud mental y un escalamiento de episodios de violencia contra las mujeres. A continuación, el capítulo revisa las primeras medidas que el Gobierno chileno ha tomado para mitigar estas consecuencias adversas y presenta un conjunto de políticas para implementar continuos esfuerzos gubernamentales con el fin de apoyar a las mujeres, especialmente a las más vulnerables.