1887

OECD Multilingual Summaries

Synergies for Better Learning: An International Perspective on Evaluation and Assessment

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10.1787/9789264190658-en

Sinergias en aras de un mejor aprendizaje: una perspectiva internacional sobre la evaluación

Resumen en español

  • Tanto los gobiernos como los responsables de formular la política educativa insisten cada vez más en la evaluación de estudiantes, profesores, directores de escuela, escuelas y sistemas educativos. Estas evaluaciones se utilizan para entender mejor hasta qué punto el aprendizaje de los estudiantes es satisfactorio, facilitar información a los padres y a la sociedad en general sobre el desempeño académico e introducir mejoras en las prácticas escolares, docentes y directivas.
  • Los resultados de estas evaluaciones están adquiriendo una importancia fundamental tanto para establecer el buen rendimiento de los sistemas escolares como a la hora de facilitar información, todo ello con el objetivo de ayudar a los estudiantes a mejorar.
  • En el presente informe se compara la experiencia de 28 países de la OCDE, se analizan los pros y los contras de distintos enfoques y se ofrece asesoramiento en materia de políticas sobre cómo utilizar la evaluación para mejorar la calidad, la igualdad y la eficacia de la educación. El presente informe se basa en un importante estudio, el "OECD Review on Evaluation and Assessment Frameworks for Improving School Outcomes" (Revisión de la OCDE de los marcos de evaluación para mejorar los resultados escolares).

Aspectos comunes

Son varios los factores que explican el uso creciente de la evaluación, entre ellos:

  • Una mayor demanda de una educación eficaz, igualitaria y de calidad que dé respuesta a los retos económicos y sociales.
  • Una tendencia observada en la educación en pro de una mayor autonomía de las escuelas, que impulsa la necesidad de vigilar su actuación.
  • Mejoras en las tecnologías de la información, que permiten desarrollar programas de evaluación a gran escala e individualizados y facilitan el intercambio y la gestión de datos.
  • El peso creciente de los resultados de la evaluación en la toma de decisiones basadas en datos empíricos.

El estado actual de los programas de evaluación y su uso varía considerablemente de un país de la OCDE a otro; sin embargo, se observan algunos aspectos comunes:

La evaluación se está generalizando y diversificando

Para la mayoría de países de la OCDE, la evaluación tiene hoy un papel estratégico de primer orden y su utilización se está generalizando. Estos programas, además, están ampliando su enfoque: si, en el pasado, se centraban principalmente en evaluar al estudiante, hoy su alcance es más amplio y cada vez es más común que incluyan una evaluación externa del centro y una valoración del papel del profesorado y de los directores de la escuela y que los datos sobre el desempeño se empleen con distintos fines.

La importancia de los indicadores va en aumento

Los sistemas educativos hacen más hincapié en medir los resultados de los estudiantes, lo cual permite establecer comparaciones entre escuelas y regiones y a lo largo del tiempo. La mayoría de países disponen en la actualidad de bases de datos nacionales sobre educación y publican estadísticas e indicadores sobre educación. También son cada vez más habituales las comparaciones a nivel internacional, cuyas conclusiones forman parte de los debates nacionales sobre educación.

Los resultados se emplean con distintos fines

Los resultados permiten identificar en qué aspectos el funcionamiento de una escuela es el adecuado y en cuáles puede tener que mejorar, así como exigir responsabilidades tanto a los responsables de formular políticas como a los directores o a los profesores. Por ejemplo, muchos países publican actualmente cuadros nacionales con los resultados de las escuelas dirigidos, entre otros, a padres, funcionarios gubernamentales y medios de comunicación.

Mayor dependencia respecto de los estándares educativos

Son muchos los países que actualmente fijan unos estándares educativos que estipulan qué deberían saber los estudiantes y qué deberían ser capaces de hacer en las distintas etapas del proceso de aprendizaje. Esto ha propiciado la creación de mecanismos de vigilancia para determinar si los estudiantes alcanzan estos estándares.

Desafíos y orientaciones

Existen distintas tradiciones y enfoques en materia de evaluación, en función del país. No obstante, cabe destacar algunas prioridades claras en materia de políticas:

Debe adoptarse un enfoque holístico

Para aprovechar todo el potencial de la evaluación, sus distintos elementos deberían formar un todo coherente. Esto puede dar pie a sinergias entre componentes y evitar repeticiones y que los objetivos sean contradictorios.

La evaluación debe estar en consonancia con los objetivos educativos

La evaluación debería estar al servicio de los objetivos educativos y de los objetivos de aprendizaje del estudiante y fomentarlos. Esto implica, por ejemplo, armonizar la evaluación con los principios consagrados en los objetivos educativos, diseñar unas evaluaciones adecuadas según el propósito y velar por que los actores escolares entiendan claramente cuáles son los objetivos educativos.

Hay que poner el acento en la mejora de las prácticas en el aula

La finalidad de la evaluación es mejorar las prácticas en el aula y el aprendizaje del estudiante. Teniendo esto presente, toda evaluación debería tener valor educativo y reportar beneficios prácticos a quienes participan en ella, en particular a estudiantes y profesores.

Deben evitarse los efectos no deseados

Por su función como herramienta para rendir cuentas, los sistemas de evaluación pueden distorsionar qué y cómo se enseña a los estudiantes. Por ejemplo, si a los profesores se les juzga principalmente a partir de los resultados de pruebas tipo para estudiantes, pueden optar por "enseñar pensando en la prueba", centrarse únicamente en las competencias que se evaluarán y prestar menos atención a las necesidades educativas y de desarrollo de los estudiantes en un sentido más amplio. Es importante minimizar estos efectos colaterales no deseados recurriendo, por ejemplo, a una mayor variedad de enfoques para evaluar el desempeño tanto de escuelas como de profesores.

El marco de evaluación debe girar en torno a los estudiantes

Dado que el propósito fundamental de la evaluación es que el aprendizaje del estudiante mejore, el marco de evaluación debe girar alrededor de los alumnos, que deberían estar totalmente comprometidos con su educación y ser capaces de evaluar sus propios progresos (otra competencia fundamental en la formación permanente). También es importante tener en cuenta los resultados del aprendizaje entendidos de manera más amplia, por ejemplo el desarrollo del espíritu crítico, las habilidades sociales, el compromiso con el aprendizaje y el bienestar en sentido general. No resulta sencillo medir todos estos aspectos, como tampoco lo es valorar todos los factores presentes en los resultados del aprendizaje del estudiante. Por este motivo, las medidas del desempeño deberían ser más amplias que concretas y basarse en datos cuantitativos y cualitativos y en unos análisis de alta calidad.

La creación de la capacidad debe estar presente en todos los niveles

Para crear un marco de evaluación eficaz es preciso fomentar la capacidad en todos los niveles del sistema educativo. Por ejemplo, puede ser necesario tener que formar al profesorado en el uso de evaluaciones formativas, que los funcionarios de la escuela deban mejorar sus competencias en materia de gestión de datos y que los directores, que a menudo se ocupan principalmente de tareas administrativas, tengan que reforzar sus dotes de liderazgo pedagógico. Además, puede resultar necesario lanzar una iniciativa centralizada para desarrollar una base de conocimientos, herramientas y directrices de apoyo a las actividades de evaluación.

Hay que gestionar las necesidades locales

Los marcos de evaluación deben buscar el punto medio entre aplicar sistemáticamente los objetivos nacionales en materia educativa y adaptarse a las necesidades concretas de cada región, distrito y escuela. Para ello puede que sea necesario fijar unos parámetros nacionales que, sin embargo, permitan un cierto margen de maniobra para dar respuesta a las necesidades locales.

Diseño satisfactorio y búsqueda de consenso

Para que su diseño sea satisfactorio, los marcos de evaluación deberían basarse en unos diagnósticos de políticas sólidos y en las mejores prácticas, para lo cual podrá ser necesario recurrir a pruebas piloto y experimentos. Para que su aplicación sea un éxito, no habría que escatimar esfuerzos para alcanzar un consenso entre todas las partes interesadas, que pueden estar más dispuestas a aceptar cambios si entienden los respectivos motivos y su potencial utilidad.

© OECD

Este resumen no es una traducción oficial de la OCDE.

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© OECD (2013), Synergies for Better Learning: An International Perspective on Evaluation and Assessment, OECD Publishing.
doi: 10.1787/9789264190658-en

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