7. Lácteos y sus productos

Perspectivas optimistas para el sector de los lácteos, aunque con desafíos para adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores

La leche y los productos lácteos son fuentes vitales de nutrición y brindan medios de vida a millones de personas que forman parte de la cadena de valor del sector en el mundo. La producción mundial de leche (alrededor de 81% de leche de vaca, 15% de búfala y 4% de cabra, oveja y camella combinadas) aumentó 1.1%, hasta alrededor de 887 millones de toneladas (Mt) en 2021. El incremento fue impulsado principalmente por el crecimiento de la producción en India y la República Islámica del Pakistán (en adelante, Pakistán), debido a un aumento continuo del número de rebaños lecheros y a la disponibilidad de forraje, favorecida por las lluvias monzónicas. La producción de leche en los tres principales exportadores de productos lácteos —Nueva Zelandia, Estados Unidos de América (en adelante, Estados Unidos) y la Unión Europea (UE) — osciló entre un aumento marginal y moderado, y una ligera disminución, respectivamente. El crecimiento del comercio mundial de productos lácteos se debió mayormente a la fuerte demanda por parte de la República Popular China (en adelante, China), el mayor importador mundial de productos lácteos.

Se espera que, a mediano plazo, se consuman más productos lácteos, a medida que aumenten los ingresos y la población. En general, se prevé que para 2031, el consumo per cápita aumentará 0.4% anual a 21.9 kg (equivalente de sólidos lácteos) en los países de ingresos altos, en comparación con 2.0% anual (21.2 kg) y 1.5% anual (5.4 kg) en los de ingresos medios bajos y bajos, respectivamente. La mayor parte de la producción de lácteos se consume en forma de productos lácteos frescos,1 no procesados o ligeramente procesados (es decir, pasteurizados o fermentados), y se espera que su proporción del consumo mundial aumente durante el decenio. El principal impulsor de este fenómeno es el fuerte crecimiento de la demanda en India, Pakistán y África. En los países de ingresos bajos y medios, los productos lácteos frescos representan más de dos tercios del consumo promedio per cápita de lácteos (sólidos lácteos), en tanto que los consumidores de los países de ingresos altos se inclinan por los productos procesados (Figura 7.1).

El consumo de productos lácteos procesados varía considerablemente de una región a otra. El queso es el segundo producto lácteo más importante (después de los lácteos frescos) que se consume en términos de sólidos lácteos, y se consume sobre todo en Europa y América del Norte, regiones que registran una tendencia al alza. En Asia, la mantequilla no es solo el producto lácteo procesado más consumido, al representar casi la mitad del consumo total de productos lácteos procesados en términos de sólidos lácteos, sino que también tiene el mayor crecimiento del consumo previsto. En África, el queso y la leche entera en polvo (LEP) representan la mayor parte del consumo de productos lácteos procesados. Sin embargo, se espera que, durante el periodo de la proyección, el consumo de leche descremada en polvo (LDP) registre el mayor crecimiento, aunque a partir de una base más baja.

Se prevé que la producción mundial de leche crecerá 1.8% anual durante los siguientes 10 años (a 1 060 Mt en 2031), con mayor rapidez que la mayoría de los principales productos agrícolas. Se espera un fuerte crecimiento del número de animales productores de leche (1.1% anual), en particular en las regiones con bajos rendimientos, como África subsahariana, y en los principales países productores de leche, como India y Pakistán. Se espera que durante el periodo de proyección los rendimientos en todo el mundo aumenten de forma constante y que el nivel más alto corresponda al Sudeste asiático y África del Norte, donde el crecimiento promedio del rendimiento es de alrededor de 2% anual. Se espera que más de la mitad del aumento de la producción total de leche provenga de India y Pakistán, países que en conjunto representarán más de 30% de la producción mundial en 2031. Se espera que la producción del segundo mayor productor mundial de leche, la Unión Europea, crezca a un ritmo ligeramente mayor que el de Oceanía, pero más lento que el de América del Norte, como resultado de las políticas de la UE orientadas a la producción sostenible, la expansión de la producción orgánica y los sistemas de producción basados en pastos.

La leche se comercializa internacionalmente sobre todo en forma de productos lácteos procesados. Se espera que China se mantenga como el principal importador de productos lácteos, a pesar de un ligero aumento de su producción nacional en relación con la década anterior. El incremento previsto de la demanda de importación de productos lácteos en los países asiáticos será motivado por el crecimiento económico y demográfico, así como por el cambio hacia el consumo de productos ganaderos. Sin embargo, se prevé que el consumo per cápita seguirá en un nivel bajo en comparación con los mercados de consumidores de lácteos tradicionales. La Federación de Rusia (en adelante, Rusia), México y Cercano Oriente y África del Norte (NENA) también continuarán como grandes importadores netos de productos lácteos. Se prevé que, a mediano plazo, la Unión Europea, Nueva Zelandia y Estados Unidos se mantendrán como los exportadores clave de productos lácteos procesados, y que para 2031 representarán en conjunto cerca de 65% de las exportaciones de queso, 71% de la LEP, 74% de la mantequilla y 80% de la LDP.

Los flujos comerciales de los productos lácteos podrían verse sustancialmente alterados por los cambios en el entorno de las políticas comerciales. Los acuerdos comerciales internacionales (por ejemplo, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico [TIPAT] y el Acuerdo Económico y Comercial Global entre la Unión Europea y Canadá [CETA]) generan oportunidades para un mayor crecimiento comercial de los productos lácteos. Si bien el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la Unión Europea y el Reino Unido estabilizó el comercio bilateral entre ambas regiones, prevalecen algunas fricciones e incertidumbre en relación con los controles fronterizos futuros. En otros lugares, Argentina podría competir en el mercado mundial de la LEP, como resultado del aumento de la producción de leche y del crecimiento de la demanda interna por debajo del promedio, aunque en la actualidad representa un porcentaje relativamente pequeño del comercio. Hasta la fecha, los grandes países consumidores de leche —India y Pakistán— son mayormente autosuficientes, con una producción que crece en paralelo con el consumo interno. Sin embargo, el posible aumento del consumo de productos lácteos procesados, como el queso y las leches en polvo, puede contribuir a expandir las importaciones de productos lácteos procesados durante los 10 años siguientes.

Desde 2015, el precio de la mantequilla ha sido considerablemente más alto que el de la LDP. Esto se atribuye a una mayor demanda en el mercado internacional de grasa láctea en comparación con otros sólidos lácteos. Se espera que la brecha entre el precio de la mantequilla y el de la LDP se mantenga como un rasgo distintivo durante el periodo de proyección, pero que se reduzca a lo largo de dicho periodo. La demanda de LDP, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos, superará la demanda de grasa láctea en el mercado internacional, con lo que la diferencia de precios se reducirá.

Las políticas de producción sostenible y la preocupación de los consumidores observadas en el mercado podrían alterar las proyecciones del sector de los lácteos. En algunos países, la producción de lácteos es responsable de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial y se debate cómo ajustar la producción lechera para contribuir a reducir dichas emisiones. Las políticas públicas para hacer frente a los GEI podrían afectar seriamente a la producción de lácteos en regiones con alta densidad demográfica, en particular en los Países Bajos, Dinamarca y Alemania. Por otra parte, estas presiones podrían dar lugar a soluciones innovadoras que mejoren la productividad y la competitividad a largo plazo. El nivel mundial de emisiones de GEI dependerá en gran medida del aumento de la eficiencia en India y en otros países con un gran número de cabezas de ganado y una producción extensiva.

Se espera que el continuo interés de los consumidores por las dietas veganas y la preocupación por los efectos de la producción de lácteos sobre el medio ambiente y el bienestar animal impulsen el consumo de sustitutos de origen vegetal en el mercado de líquidos, sobre todo en Asia Oriental, Europa, Oceanía y América del Norte, aunque a partir de volúmenes reducidos. Si bien la tasa de crecimiento de los sustitutos de origen vegetal es fuerte en algunas regiones, las opiniones controvertidas sobre su impacto ambiental y sus beneficios para la salud generan incertidumbre acerca de la manera en que afectarán a la demanda de productos lácteos a largo plazo.

El mercado de lácteos es sólido y resiliente

El efecto de la pandemia de COVID-19 sobre el sector de los lácteos fue relativamente moderado, en contraste con la preocupación inicial de que fuera particularmente vulnerable. De los productos lácteos, la pandemia influyó mayormente en los precios mundiales de la mantequilla, debido a la pérdida de demanda de grasa láctea por parte del sector de la hostelería. Los precios de la mantequilla fueron los que más bajaron en 2020, pero desde mediados de ese mismo año comenzaron a registrarse aumentos. En 2021, el valor del Índice de precios de los productos lácteos de la FAO creció 17%, con incrementos en todos los productos lácteos: la mantequilla, la LDP y la LEP aumentaron 30%, 22% y 27%, respectivamente, en tanto que el queso registró un aumento de 8.8%. La fuerte demanda mundial, en especial de Asia y, en menor medida, de Oriente Medio, impulsó estos aumentos.

Las exportaciones e importaciones mundiales habían crecido de forma constante en años anteriores, pero en 2020 se desaceleraron. La contracción del transporte, los trastornos en la cadena de valor y la disminución de la demanda contribuyeron al cambio en el crecimiento de las exportaciones e importaciones. Los suministros exportables mundiales se vieron limitados a causa de la menor distribución de leche en Europa y del crecimiento de la producción menor que el previsto. Sin embargo, en general, el sector se adaptó con rapidez y mitigó muchos de los graves efectos registrados en los primeros meses de la pandemia; por su parte, las exportaciones se recuperaron en 2021.

La producción mundial de leche creció 1.1% en 2021, a alrededor de 887 Mt. En India, el mayor productor de leche del mundo, la producción aumentó 2.2% para alcanzar 195 Mt. Sin embargo, India influyó poco en el mercado mundial de lácteos, ya que las cantidades de leche y lácteos que comercializa son marginales. Además, la pandemia no afectó a la producción india, ya que el exceso de leche se transformó en leche en polvo.

Se espera que las importaciones mundiales de productos lácteos realizadas en 2021 hayan sumado 10 Mt, encabezadas por el queso, la leche en polvo y el suero en polvo, sustentadas por la demanda de China en particular. Los principales exportadores —Nueva Zelandia, la Unión Europea y Estados Unidos— cubrieron gran parte de la mayor demanda de importaciones; por su parte, las exportaciones de Estados Unidos se fortalecieron por un repunte de la demanda por parte de México.

La fuerte demanda proveniente de India y Pakistán es el principal impulsor del aumento del consumo mundial de productos lácteos

Si bien la leche es un producto sumamente perecedero que debe procesarse poco después de su recolección, en su mayor parte se consume en forma de productos lácteos frescos, incluidos los fermentados y pasteurizados. Se espera que la proporción de lácteos frescos en el consumo mundial aumente en el decenio, motivado por la demanda en India y Pakistán, que aumentará por el crecimiento de los ingresos y de la población. Se prevé que el consumo mundial per cápita de productos lácteos frescos subirá 1.4% anual durante el periodo de las perspectivas, a una tasa más rápida que la de los últimos 10 años, impulsado principalmente por el mayor crecimiento del ingreso per cápita.

El nivel de consumo de leche per cápita (en términos de sólidos lácteos) será muy distinto en todo el mundo (Figura 7.1). El ingreso per cápita de los países y los efectos de las preferencias regionales serán factores importantes que generen dicha variación. En los países de ingresos altos, se espera que el consumo per cápita aumente 0.4% anual para sumar 21.9 kg (en sólidos lácteos), mayormente de productos procesados, de los cuales se espera un mayor crecimiento. Por el contrario, en los países de ingresos bajos y medios bajos, la mayor parte de la producción se consumirá en forma de lácteos frescos, con un aumento del consumo per cápita previsto de 1.5% (5.4 kg) y 2.0% (21.2 kg) anuales, respectivamente. Se espera que el consumo de productos lácteos frescos sea alto en India y Pakistán, pero bajo en China. Asimismo, se espera que la participación de los productos lácteos procesados —en particular el queso— en el consumo total de sólidos lácteos se relacione estrechamente con los ingresos, con variaciones relacionadas con las preferencias locales, las limitaciones dietéticas y el nivel de urbanización.

En Europa y América del Norte, la demanda total per cápita de productos lácteos frescos se mantiene estable o disminuye, pero su composición cambió durante los últimos años hacia la grasa láctea, como la leche de consumo directo y la crema enteras. Estudios recientes que presentan una visión más positiva de los beneficios para la salud del consumo de grasas lácteas, que contradicen los mensajes de las décadas de 1990 y 2000, podrían influir en las preferencias de los consumidores. Además, este cambio podría deberse a su creciente inclinación hacia alimentos menos procesados, así como a un mayor interés por la cocina casera.

El mayor porcentaje del consumo total de queso, el segundo producto lácteo más consumido, tiene lugar en Europa y América del Norte, donde se espera que el consumo per cápita siga en aumento durante el periodo de proyección. El consumo de queso también crecerá en regiones donde no formaba parte de la dieta nacional tradicional. En los países del Sudeste asiático, la urbanización y el aumento de los ingresos han motivado que el consumo de comidas fuera del hogar, incluida la comida rápida, como hamburguesas y pizzas, se incremente. Cabe destacar que la pandemia no solo aumentó el volumen de compras a través de Internet y el consumo de comida para llevar en estas regiones, sino que también centró el interés de los consumidores en alimentos que consideran más saludables o más integrales. Los cambios mencionados en los hábitos de consumo de las personas beneficiaron al sector de los lácteos.

Aunque algunas regiones, como India y Pakistán, son autosuficientes, se espera que el consumo total de lácteos en África, los países del Sudeste asiático y la región NENA crezca más rápido que la producción, lo cual provocará que las importaciones se incrementen. Dado que el comercio de la leche de consumo directo es costoso (con un alto coeficiente volumen-valor), se espera que este crecimiento adicional de la demanda se satisfaga con leches en polvo, a las cuales se añade agua para el consumo final o procesamiento posterior.

El uso dominante de la LDP y la LEP seguirá proviniendo del sector de la manufactura, sobre todo en productos de repostería, las fórmulas infantiles y los productos de panadería. Un pequeño porcentaje de los productos lácteos, en concreto la LDP y el suero en polvo, se utilizan como forraje. China importa ambos productos para forraje, pero el brote de peste porcina africana (PPA) redujo su demanda. Se espera que con la recuperación prevista (véase el Capítulo 6 sobre la carne), la demanda de LDP y suero en polvo para forraje crezca durante el periodo de proyección. Los sueros en polvo cobran gran importancia en el mundo por su uso en la elaboración de productos nutricionales, en particular la nutrición clínica, infantil y de ancianos.

La mayor eficiencia en la producción de leche sostiene el rendimiento y los aumentos de la producción

Se prevé que, durante el decenio, la producción mundial de leche crecerá 1.8% anual (a 1 060 Mt para 2031), a una tasa más rápida que la de la mayoría de los principales productos agrícolas. Se espera un fuerte crecimiento del número de animales productores de leche (1.2% anual), más que nada en regiones como África subsahariana y en los principales países productores de leche, como India y Pakistán, donde los rendimientos son bajos. Si bien se espera que los rendimientos a nivel mundial aumenten de forma constante durante los próximos 10 años, las tasas de crecimiento varían considerablemente de una región a otra. El mayor crecimiento se espera en el Sudeste asiático y África del Norte, donde el incremento promedio del rendimiento es de alrededor de 1% anual, en tanto que en los países de ingresos altos se espera un aumento de los rendimientos de solo 0.5% anual. Se espera que en casi todas las regiones del mundo el aumento del rendimiento contribuya más a los incrementos de producción que al crecimiento de los rebaños (Figura 7.2), cuyos factores impulsores incluyen la optimización de los sistemas de producción de leche, la mejora de la salud animal y la eficiencia del forraje, y la mejora de la genética.

Se prevé que la producción de la Unión Europea crecerá con mayor lentitud que el promedio mundial (0.5% anual), impulsada por el aumento del rendimiento lechero de 1% anual, mientras los rebaños lecheros disminuyen (–0.5% anual). La producción de la Unión Europea tiene su origen en una mezcla de sistemas de producción basados en pastos y forraje. Además, se espera que una parte cada vez mayor de la leche producida sea orgánica o provenga de otros sistemas de producción no convencionales. En la actualidad, más de 10% de las vacas lecheras son parte de los sistemas orgánicos de Austria, Dinamarca, Grecia, Letonia y Suecia, aunque no se limitan a ellos. En Alemania y Francia también ha aumentado la producción de lácteos orgánicos. Sin embargo, las explotaciones de este tipo alcanzan alrededor de un cuarto menos de rendimientos que la producción convencional y sus costos de producción, si bien más elevados, constituyen más de 3% de la producción de leche de la Unión Europea, lo que impone una prima de precio considerable. En general, se espera que la demanda interna (queso, mantequilla, crema de leche y otros productos lácteos) crezca ligeramente y que la mayor parte de la producción adicional se destine a la exportación.

América del Norte alcanza uno de los rendimientos promedio por vaca más altos, ya que la proporción de la producción basada en pastos es baja y el uso de forraje se concentra en altos rendimientos de rebaños lecheros especializados (Figura 7.3). Se espera que los rebaños de vacas lecheras de Estados Unidos y Canadá se mantengan en gran medida sin cambios y que el crecimiento de la producción provenga de mayores incrementos en el rendimiento. Dado que se prevé que la demanda interna de grasas lácteas seguirá siendo más fuerte, Estados Unidos exportará sobre todo LDP, en tanto que las exportaciones canadienses de LDP dependerán del límite establecido en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC o USMCA). Estados Unidos también exportará una cantidad considerable de queso, suero de leche y lactosa.

Aunque la participación actual de Nueva Zelandia en la producción mundial de leche asciende solo a 2.5%, es el país más orientado a la exportación. El crecimiento de la producción de leche ha sido muy modesto en los últimos años y se prevé que crecerá 0.4% anual en los 10 años próximos. La producción de leche se basa principalmente en pastos y los rendimientos son considerablemente menores que los de América del Norte y Europa. Sin embargo, la eficacia en la gestión de las tierras de pastoreo permite a Nueva Zelandia ser competitiva. Pese a los principales factores limitantes del crecimiento, como la escasa disponibilidad de tierras y las crecientes restricciones ambientales, no es probable que surja un cambio hacia una producción más basada en forraje.

En África se espera un fuerte crecimiento de la producción, debido sobre todo al aumento de los rebaños. Estos suelen tener bajos rendimientos y una parte considerable de la producción de leche provendrá de cabras y ovejas. La mayoría de las vacas, cabras y ovejas pastan y son utilizadas para otros fines, como la producción de carne, medios de tracción y activos de capital (ahorros). El pastoreo adicional se produce en la misma superficie de pastos, lo que implica un uso más intensivo de esta que puede dar paso a un sobrepastoreo local. Se prevé que, durante el periodo de proyección, alrededor de un tercio de la población mundial de ganado se encontrará en África y representará más de 5.6% de la producción mundial de leche.

A nivel mundial, cerca de 30% de la leche se procesará para producir mantequilla, queso, LDP, LEP o suero en polvo durante el decenio. Sin embargo, se observa una notoria dispersión regional. En los países de ingresos altos, la mayor parte de la producción de leche se procesa en productos lácteos. Dada la considerable demanda directa de mantequilla y sobre todo de queso para fines alimentarios, dichos productos representan ahora un gran porcentaje del consumo de sólidos lácteos en Europa y América del Norte. La LDP y la LEP son productos de alta comercialización y en gran parte se producen solo para este fin. Ambos se utilizan en el sector de procesamiento de alimentos, en particular productos de repostería, fórmulas para lactantes y productos de panadería. En los países de ingresos bajos y medios bajos, la mayor parte de la producción de leche se destina a la elaboración de productos lácteos frescos. Se prevé que, en los próximos 10 años, la producción de leche aumentará 43% y 40%, respectivamente, y que más de 85% de este aumento se destinará a elaborar productos lácteos frescos.

Se prevé que solo la producción de mantequilla crecerá a una tasa ligeramente mayor (1.9% anual) que el de la producción total de leche, lo cual se deriva de la fuerte demanda de mantequilla en algunas regiones de Asia, la Unión Europea y Estados Unidos. Se prevé que todos los demás productos lácteos crecerán con más lentitud: a 1.8% anual en el caso de la LDP, 1.5% anual la LEP y a 1.1% anual el queso. La desacelerada tasa de crecimiento de la LEP se debe al menor crecimiento de la demanda en China y en África subsahariana. La menor tasa de crecimiento del queso se debe a la gran proporción de mercados alimentarios de lento crecimiento en Europa y América del Norte.

El comercio de productos lácteos se expandirá de unos cuantos grandes exportadores a muchos países importadores dispersos

Solo alrededor de 7% de la producción mundial de leche se comercializa a nivel internacional, debido más que nada a su carácter perecedero y su alto contenido de agua (más de 85%). Excepciones notorias son las pequeñas cantidades de productos lácteos fermentados comercializados entre países vecinos productores de lácteos (por ejemplo, Canadá y Estados Unidos, la Unión Europea y Suiza), y las importaciones de leche de consumo directo por parte de China. Dichas importaciones, provenientes mayormente de la Unión Europea y de Nueva Zelandia, aumentaron considerablemente en los últimos años. El comercio de leche de consumo directo es factible más que nada por la capacidad que tienen los productos de leche y crema tratados a temperatura ultra-elevada para ser transportados a largas distancias, pero también debido en algunos casos a las favorables tarifas de flete chinas. Las importaciones netas de productos lácteos frescos por parte de China durante el periodo base sumaron 1.3 Mt, y no se prevé que aumentarán mucho durante el periodo de proyección. Más de 50% de la producción mundial de LEP y de LDP se comercializa, dado que en términos generales dichos lácteos se producen únicamente como medios para almacenar y comercializar leche durante un periodo más prolongado o a mayores distancias.

Se prevé que durante este decenio el comercio mundial de productos lácteos se incrementará para sumar 14.2 Mt en 2031, 15% más que en el periodo base. Las tasas de crecimiento varían según los productos lácteos; el mayor crecimiento (1.7% anual) corresponde a la LDP, 1.6% anual al queso, 1.5% anual al suero en polvo, 1.3% anual a la mantequilla y 0.9% anual a la LEP. La mayor parte de dicho crecimiento se cubrirá con mayores exportaciones provenientes de Estados Unidos, la Unión Europea y Nueva Zelandia. Se prevé que para 2031 estos tres países representarán en conjunto cerca de 65% de las exportaciones de queso, 71% de la LEP, 74% de la mantequilla y 80% de la LDP (Figura 7.4). Australia, otro exportador, ha perdido cuotas de mercado, aunque sigue siendo un notable exportador de queso y LDP. En el caso de la LEP, Argentina es también un exportador importante y se prevé que para 2031 representará 5% de las exportaciones mundiales. En los últimos años, Bielorrusia se ha convertido en un gran exportador que orienta sus exportaciones principalmente al mercado ruso, debido al embargo de Rusia a varios de los principales exportadores de productos lácteos.

La Unión Europea se mantendrá como el principal exportador mundial de queso, seguida por Estados Unidos y Nueva Zelandia. Se prevé que para 2031 la participación de la Unión Europea en las exportaciones mundiales de queso será de alrededor de 44%, sustentadas por el aumento de las exportaciones de este producto a Canadá, en el marco del Acuerdo CETA, y a Japón, tras la ratificación en 2019 del acuerdo comercial bilateral. Se prevé que el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante, Reino Unido), Japón, Rusia, la Unión Europea y el Reino de la Arabia Saudita serán los cinco principales importadores de queso en 2031. Estos países suelen ser también exportadores de queso y se espera que el comercio internacional aumente el número de opciones de quesos para los consumidores. Además de las exportaciones de productos finales como el queso, las tendencias recientes apuntan a un incremento de la demanda de productos de valor agregado destinados a procesamiento. A medida que las exportaciones de fórmulas para lactantes de la Unión Europea a China y otros destinos disminuyeron recientemente, las exportaciones de suero en polvo, que suele utilizarse como ingrediente para la elaboración de dichas fórmulas, aumentaron.

Nueva Zelandia se mantiene como la principal fuente de mantequilla y de LEP en el mercado internacional, y se prevé que para 2031 sus participaciones de mercado serán de cerca de 39% y 58%, respectivamente. China es el principal importador de LEP proveniente de Nueva Zelandia, pero se prevé que el comercio entre ambos países será menos dinámico durante el periodo de proyección. El crecimiento de la producción interna de leche previsto en China limitará el crecimiento de las importaciones de LEP. Se espera que, durante el periodo de las perspectivas, Nueva Zelandia diversifique e incremente ligeramente su producción de queso.

Las importaciones se reparten más ampliamente entre los países y los destinos dominantes para todos los productos lácteos son la región NENA, los países de ingresos altos, el Sudeste asiático y China (Figura 7.5). Se espera que China se mantenga como el principal importador de productos lácteos del mundo, en particular de LEP, importaciones previstas que representarán 21.6% de las importaciones mundiales para 2031. El consumo per cápita de productos lácteos en China es relativamente bajo en comparación con el de los mercados tradicionales, pero dado el considerable aumento de la demanda en la última década, se prevé que el crecimiento continuará. La mayor parte de sus importaciones de productos lácteos provienen de Oceanía, aunque en los últimos años la Unión Europea incrementó sus exportaciones de mantequilla y de LDP a este país. Se espera que las importaciones de la región NENA provengan principalmente de la Unión Europea, y que Estados Unidos y Oceanía sean los principales proveedores de leches en polvo para el Sudeste asiático. En conjunto, los países de ingresos altos importaron una gran cantidad de queso y mantequilla (cerca de 54% y 38%, respectivamente) de las importaciones mundiales en 2019-2021, pero se espera que dichos porcentajes disminuyan ligeramente para 2031.

Pese a que los efectos de la pandemia tienden a decrecer, afectarán de manera más duradera al producto interno bruto (PIB) de muchos países no pertenecientes a la OCDE y el crecimiento del ingreso per cápita será menor que el previsto antes de su aparición. Es probable que el impacto sobre los ingresos afecte desproporcionadamente a los hogares más pobres y reduzca su consumo, sobre todo en Asia Central, Indonesia y los países menos adelantados (PMA) de África. Dado que la demanda de productos lácteos, en concreto de productos procesados como la mantequilla y el queso, está estrechamente vinculada con el aumento de los ingresos, se prevé que la demanda de importación de mantequilla de estas regiones será menor.

A pesar de los máximos actuales, los precios internacionales de los productos lácteos tenderán a bajar a largo plazo

El término precios internacionales de los productos lácteos se refiere a los precios de los productos procesados de los principales exportadores de Oceanía y Europa. Los dos principales precios de referencia para los productos lácteos son los de la mantequilla y la LDP: la mantequilla es la referencia para la grasa láctea y la LDP para otros sólidos de leche. En conjunto, la grasa láctea y otros sólidos de leche representan alrededor de 13% del peso total de la leche y el resto es agua.

La fuerte volatilidad de los precios internacionales de los productos lácteos se deriva de su pequeña participación en el comercio, del predominio de unos cuantos exportadores y del entorno restrictivo de políticas comerciales. La mayoría de los mercados nacionales están poco conectados con esos precios, ya que los productos lácteos frescos dominan el consumo, y solo una pequeña parte de la leche se procesa en comparación con la que se fermenta o pasteuriza.

Desde 2015, el precio de la mantequilla aumentó mucho más que el de la LDP. La demanda creciente de grasa láctea abrió una brecha de precios entre los dos productos y el precio de la mantequilla seguirá sustentado por una mayor demanda de grasa láctea en comparación con otros sólidos de la leche en el mercado internacional. Por tanto, se supone que la brecha entre el precio de la mantequilla y el de la LDP seguirá siendo un rasgo distintivo durante el periodo de proyección, aunque se espera que se reduzca a lo largo del periodo (Figura 7.6).

Según las Perspectivas, a corto plazo los precios nominales de la mantequilla y la LDP continuarán altos en 2022, debido más que nada a los altos costos de producción y a los precios del aceite vegetal; sin embargo, se prevé que a largo plazo los precios volverán a sus niveles y disminuirán durante el periodo de proyección, a medida que la oferta responda a los actuales incentivos de precios. Se espera que los precios mundiales de la LEP y del queso resulten afectados por la evolución de los precios de la mantequilla y la LDP, en consonancia con el contenido respectivo de sólidos grasos y no grasos.

La preocupación por el medio ambiente y la salud y las alternativas a la leche son cada vez más importantes

A corto plazo, las proyecciones podrían verse afectadas por la guerra de Rusia contra Ucrania, la cual aumentó considerablemente la incertidumbre respecto de las condiciones de la oferta y la demanda de productos agrícolas y puede frenar el crecimiento económico. Las repercusiones en los mercados podrían extenderse a sectores afines, como el de los productos lácteos, al aumentar los costos de los insumos, como los fertilizantes y el forraje. Los trastornos en el comercio mundial de fertilizantes podrían incrementar los costos de los insumos en todo el mundo. También podría aumentar el interés por la agricultura circular centrada en utilizar menos insumos externos.

Además, el surgimiento de nuevas variantes de COVID-19 y las medidas políticas consecuentes pueden afectar aún más a la recuperación económica. Si bien el sector de los lácteos se mantuvo relativamente estable a raíz de la pandemia y ha reaccionado con resiliencia, podrían presentarse cambios estructurales con efectos a largo plazo. La pandemia también redujo el nivel general del PIB previsto en muchos países. Esto tiene implicaciones para el sector de los lácteos, ya que el aumento de su consumo está estrechamente relacionado con el crecimiento del ingreso per cápita en muchas regiones. Tampoco quedan claros los efectos de una recuperación mundial escalonada, ya que puede haber implicaciones más duraderas para las cadenas de suministro que abarcan diversas regiones.

El papel de los sustitutos de origen vegetal de los productos lácteos (por ejemplo, bebidas de soya, almendra, arroz y avena) en el sector de líquidos lácteos ha aumentado en muchas regiones, sobre todo en América del Norte, Europa y Asia Oriental. Se han incrementado sustitutos disponibles adicionales a las opciones más tradicionales, abarcando diversos frutos secos, legumbres y otros cultivos. Los principales impulsores de la expansión son la preocupación de los consumidores por la salud y el impacto ambiental de la producción de lácteos, así como la intolerancia a la lactosa. Las tasas de crecimiento de los sustitutos de origen vegetal de los productos lácteos son altas, aunque a partir de una base baja; no obstante, la evidencia de su impacto ambiental y sus relativos beneficios para la salud son cuestionables. La sostenibilidad de los sustitutos más populares, como las bebidas de almendra y soya, se ha puesto en duda a medida que los consumidores consideran, además de las emisiones de GEI, otros aspectos ambientales como el uso del agua y la deforestación. Del mismo modo, la intolerancia a la lactosa preocupa a algunos consumidores y se ofrece una gama de productos lácteos sin lactosa a quienes no optan por los sustitutos de origen vegetal. En general, es incierto el impacto a largo plazo de los sustitutos de origen vegetal sobre el sector de los lácteos.

La legislación ambiental podría afectar en gran medida a la evolución de la producción de lácteos en el futuro. Las emisiones de GEI provenientes de actividades relacionadas con ella representan un elevado porcentaje de las emisiones totales de algunos países (por ejemplo, Nueva Zelandia e Irlanda) y las políticas e iniciativas ambientales más estrictas, como la iniciativa Caminos hacia el Cero Neto Lácteo (Pathways to Dairy Net Zero), lanzada por la industria láctea en septiembre de 2021, podrían afectar al nivel y a la naturaleza de la producción de lácteos con el fin de frenar dichas emisiones. La creciente tendencia a adoptar prácticas sostenibles, como el acceso al agua y la gestión del estiércol, son otras áreas en las que los cambios en políticas públicas podrían repercutir. No obstante, una legislación ambiental más estricta también podría generar soluciones innovadoras que mejoren la competitividad del sector a largo plazo. En general, el nivel mundial de emisiones de GEI dependerá en gran medida del aumento de la eficiencia en India y en otros países con grandes poblaciones de ganado y producción extensiva. Además, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, ya experimentados en algunos países y regiones, podrían perjudicar la viabilidad de la producción de leche en los países afectados.

Las enfermedades de los animales podrían impactar en la producción de leche, en particular en los países de ingresos bajos y medios. La mastitis es la enfermedad infecciosa más común en el ganado lechero de todo el mundo y se presenta en todo tipo de explotaciones agrícolas. También es la más perjudicial desde el punto de vista económico, al afectar considerablemente el rendimiento y la calidad de la leche. Las futuras mejoras en la concienciación, la identificación y el tratamiento de dicha enfermedad podrían provocar un gran aumento de la producción de leche al disminuir las pérdidas. Los tratamientos para controlar un gran número de enfermedades, incluida la mastitis, se basan en antimicrobianos de uso común. El exceso en su uso y el riesgo de desarrollar resistencia a los antimicrobianos son preocupantes, pues reducirían la eficacia de los tratamientos existentes, repercutirían en los rendimientos y el suministro de leche y crearían dependencia del desarrollo de nuevos tratamientos y prácticas de gestión de los rebaños. Sin embargo, la evolución de este proceso es incierta en la actualidad.

Los flujos comerciales de los productos lácteos podrían resultar considerablemente afectados por los cambios en el entorno comercial. Realizar modificaciones a los acuerdos comerciales vigentes o poner en marcha nuevos tendrían repercusiones para la demanda de dichos productos y los flujos comerciales. Pese a que la prohibición rusa de importar varios productos lácteos de los principales países exportadores se levantó de manera parcial en 2020, en concreto para el suero en polvo, posteriormente la prohibición se prorrogó hasta finales de 2022. El embargo, uno de los factores que impulsaron el aumento de la producción de leche en Rusia en la década pasada (0.7% anual), no solo redujo su dependencia de las importaciones, sino que cambió las fuentes de importación de la Unión Europea a Bielorrusia tras las sanciones a partir de 2014. Se espera que el T-MEC influya en los flujos comerciales de los productos lácteos en América del Norte, pues cada uno de los tres países firmantes tendrá mayor acceso a los mercados de productos lácteos de los otros dos. Es probable que, tras su salida de la Unión Europea, la política comercial del Reino Unido influya en los flujos comerciales de los productos lácteos entre las dos regiones. Históricamente se han comercializado grandes cantidades de queso y otros productos lácteos entre las dos regiones, pero, a medida que los importadores y exportadores se ajustan al nuevo y cambiante entorno comercial, han aumentado las fricciones comerciales. Además, los nuevos acuerdos nacionales con Australia y Nueva Zelandia, que, tras una cuota arancelaria transitoria, permiten la importación sin aranceles de mantequilla y queso, podrían repercutir en el comercio de productos lácteos y en la competitividad de dicho sector en Reino Unido. Hasta la fecha, India y Pakistán, los grandes países consumidores de lácteos, no se han integrado en el mercado internacional de estos, dado que se prevé una rápida expansión de la producción nacional para responder a la creciente demanda interna. Las futuras inversiones en infraestructura de la cadena de frío en estas regiones aumentarán su grado de autosuficiencia en productos lácteos.

Los cambios en las políticas internas siguen generando incertidumbre. En particular, en el marco del T-MEC, Canadá estableció un límite para las exportaciones de LDP, permitió un mayor acceso al mercado y eliminó su designación Clase 7, aplicada en un inicio para cumplir con la Decisión de Nairobi de la Organización Mundial del Comercio sobre la eliminación de los subsidios a las exportaciones. En la Unión Europea, la compra de intervención de la LDP y la mantequilla a precios fijos se realiza aún en determinadas circunstancias, lo que causó ya un impacto considerable en el mercado en los últimos años.

Nota

← 1. La denominación de productos lácteos frescos abarca todos los productos lácteos y tipos de leche no incluidos en los productos procesados (mantequilla, queso, leche descremada en polvo, leche entera en polvo, suero en polvo y, en algunos casos, caseína). Las cantidades se expresan en equivalente de leche de vaca.

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