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  • Mucho es lo que se ha logrado mediante la Iniciativa de Ayuda para el Comercio desde que se puso en práctica en 2005. Así, se ha conseguido que se tome conciencia del papel positivo que puede cumplir el comercio en el crecimiento económico y el desarrollo, lo que, a su vez, ha contribuido a una mayor integración de las prioridades relacionadas con el comercio en las estrategias nacionales de desarrollo de los países asociados. En respuesta a ello, los donantes bilaterales y multilaterales, así como los proveedores de cooperación Sur-Sur, están aportando mayor financiación en condiciones concesionarias y en condiciones ordinarias. Por su parte, el sector privado está estudiando la manera de ayudar a que el comercio sirva para promover el desarrollo y reducir la pobreza. Gracias a un examen de la Ayuda para el Comercio centrado no sólo en los progresos realizados sino también en las mejoras que es necesario seguir haciendo está aumentando la confianza en la Iniciativa como medio de lograr resultados tangibles.

  • En el informe La Ayuda para el Comercio en síntesis, 2013: Conectarse a las cadenas de valor se analizan las estrategias, las prioridades y los programas de los sectores público y privado de los países en desarrollo y desarrollados destinados a conectar a los proveedores de los países en desarrollo a las cadenas de valor. Según el informe, la creciente fragmentación de los procesos de producción ofrece a los países en desarrollo nuevas oportunidades de comercio, pero también conlleva riesgos. Las cadenas de valor confirman la importancia de mantener los mercados abiertos, y ponen de relieve el costo de los engorrosos procedimientos que crean “fronteras densas”.

  • En general, los economistas coinciden en que existen fuertes vínculos entre el comercio, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Los países que han adoptado una estrategia de desarrollo orientada al exterior y centrada en la liberalización del comercio no sólo han obtenido mejores resultados que las economías replegadas sobre sí mismas, como lo demuestran sus tasas de crecimiento global a largo plazo, sino que, además, han logrado reducir los índices de pobreza y tener mejores indicadores sociales. Son muchos los cauces por los que el crecimiento inducido por el comercio reduce la pobreza. Las exportaciones permiten a un país aprovechar su ventaja comparativa e incrementar su eficiencia y productividad globales, y permiten a sus empresas emplear los recursos de manera más eficiente y rentable. Esos factores hacen aumentar la demanda, estimulan el consumo y reducen los riesgos que se corren cuando se depende del mercado interno. También hacen aumentar el empleo en sectores con gran intensidad de mano de obra, así como los salarios y el nivel de vida. Las importaciones dan a los países acceso a una gama más amplia de bienes y servicios; gracias a ellas, las empresas nacionales obtienen acceso a tecnología distinta, más barata y más moderna que les permite aumentar su productividad y competitividad (OCDE, 2011).

  • En el presente capítulo se analiza de qué modo influyen en la ayuda para el comercio los cambios a nivel del comercio y el desarrollo, y se muestra cómo los países asociados, los donantes y los proveedores de cooperación Sur-Sur relacionada con el comercio están utilizando la ayuda para el comercio para ayudar a los países en desarrollo a incorporarse a las cadenas de valor y crear las suyas propias. Sobre la base de conclusiones extraídas de las respuestas al cuestionario de la OCDE y la OMC, se da una idea general de cómo están evolucionando las políticas, las prioridades y las estrategias en materia de ayuda para el comercio. También se analiza hasta qué punto influyen las cadenas de valor a la hora de establecer objetivos los países en desarrollo, y en qué medida se tienen en cuenta esas cadenas en los programas de los organismos donantes y los proveedores de cooperación Sur-Sur relacionada con el comercio. Los países asociados están prestando especial atención a la manera de reducir la densidad de sus fronteras, mejorar el entorno empresarial y crear condiciones que ayuden a las empresas a conectarse a las cadenas de valor regionales y mundiales. Por su parte, los donantes están teniendo en cuenta esas prioridades. Así, están haciendo mayor hincapié en la cooperación entre el sector público y el sector privado y están adaptando sus programas a determinados sectores y cadenas de suministro. Los proveedores de cooperación Sur-Sur relacionada con el comercio siguen incrementando su apoyo a fin de intensificar el comercio Sur-Sur.

  • En el presente capítulo se proporciona una reseña general de las corrientes de ayuda para el comercio, los compromisos y desembolsos por concepto de AOD, las otras corrientes oficiales (OCO) relacionadas con el comercio y la cooperación Sur-Sur relacionada con el comercio. Para el examen de las corrientes de ayuda para el comercio se han utilizado datos del Sistema de notificación por parte de los países acreedores (SNPA) de la OCDE, complementados con resultados de la encuesta de vigilancia de la OCDE y la OMC. El análisis abarca los receptores y los proveedores de ayuda, las condiciones financieras de la asistencia y las perspectivas de la ayuda para el comercio. En un contexto de crisis económica en muchos países miembros de la OCDE, el nivel de la ayuda para el comercio, que aumentó a partir de 2005, en su mayor parte se ha mantenido. En 2011 disminuyó el nivel de las corrientes de ayuda para el comercio y se redujo el apoyo al desarrollo de infraestructura, especialmente en África. Los países menos adelantados (PMA) recibieron menos financiación, pero no han sido los más afectados por la disminución de la ayuda. El análisis de las corrientes indica que se está produciendo un desplazamiento de la financiación hacia el desarrollo del sector privado y el fomento de las cadenas de valor. En consecuencia, las corrientes destinadas al logro de objetivos comerciales en sectores como la agricultura, la industria y los servicios prestados a las empresas siguen aumentando

  • En el presente capítulo se examinan las oportunidades que ofrecen las cadenas de valor para el desarrollo económico. A partir de los resultados de la encuesta de 2013 de la OCDE y la OMC, se evalúa el efecto que tienen las cadenas de valor en las prioridades y las estrategias en materia de ayuda para el comercio de los países asociados, los donantes bilaterales y multilaterales y los proveedores de cooperación Sur-Sur relacionada con el comercio. En el análisis de las cadenas de valor en los sectores agroalimentario, de la tecnología de la información y las comunicaciones, de los textiles y las prendas de vestir, del turismo y del transporte y la logística que figura en el presente capítulo se hace hincapié en que los proveedores de los países en desarrollo forman parte integrante de esas cadenas de valor, y que los países en desarrollo aprovechan su participación en ellas para cumplir sus objetivos en materia de crecimiento, empleo y reducción de la pobreza.

  • En el presente capítulo se muestra que la ayuda para el comercio a nivel regional contribuye de manera fundamental a incrementar la participación, en particular de los países de ingresos bajos y los países menos adelantados, en las redes regionales de producción, y les permite conectarse a las cadenas de valor y ascender en ellas. Asimismo se hace hincapié en que una de las principales causas de la tendencia a la integración regional es la necesidad de reducir los obstáculos en las redes regionales de producción. Los obstáculos al comercio y el exceso de trámites burocráticos, así como las deficiencias de la infraestructura, hacen que esos países resulten menos atractivos para funcionar como los radios en torno al eje de las redes de producción. Los programas regionales de ayuda para el comercio (que han aumentado considerablemente desde el período de referencia (2002-2005)) son un medio eficaz para reducir esas limitaciones. Aunque los programas regionales de ayuda para el comercio son, por definición, complejos debido a la necesidad de obtener y coordinar la participación de múltiples gobiernos, sus diversos organismos y numerosas partes interesadas del sector privado, constituyen un medio eficaz en función del costo de ayudar a los países a alcanzar sus objetivos comerciales y de desarrollo.

  • En el presente capítulo se examina en qué medida la ayuda para el comercio resulta eficaz para promover el comercio -tanto de las exportaciones como de las importaciones- y las condiciones que suelen ser necesarias para que resulte más eficaz. El examen realizado indica claramente que, en términos generales, existe una correlación entre la ayuda para el comercio y el aumento del comercio. La ayuda para el comercio es más eficaz cuando se orienta a reducir el costo de comerciar mediante la mejora de las infraestructuras, la facilitación del comercio, las instituciones públicas relacionadas con el comercio (por ejemplo, las aduanas, la gestión de las normas y la promoción de las exportaciones) y las políticas (incluidas las destinadas a eliminar los obstáculos normativos a la competencia). La ayuda para el comercio (en sus distintas formas) que se destina a los países de ingresos bajos resulta particularmente útil para promover el comercio. El análisis que figura en el presente capítulo indica que es probable que la ayuda para el comercio destinada a los países de ingresos bajos y medianos bajos tenga importantes efectos positivos.

  • Mucho se ha logrado desde que se puso en marcha la Iniciativa de Ayuda para el Comercio en 2005. Los anteriores exámenes globales de la ayuda para el comercio y ediciones de La Ayuda para el Comercio en síntesis han demostrado claramente que, merced a la ayuda para el comercio, ha mejorado la vida de muchos hombres y mujeres de países en desarrollo. La amplia labor de vigilancia de la Iniciativa ha mostrado claramente que la Iniciativa ha servido para dar prioridad al comercio en las estrategias de desarrollo y ha movilizado el apoyo de los donantes para superar los obstáculos que menoscaban la capacidad de los productores de los países en desarrollo para aprovechar las oportunidades de acceso a los mercados regionales y mundiales. La ayuda para el comercio está ayudando a los países en desarrollo a aprovechar el poder del mercado y a establecer vínculos con nuevos polos de crecimiento de la economía mundial. Los relatos de experiencias relacionadas con la ayuda para el comercio (OCDE/OMC, 2013) también trazan un cuadro alentador de los numerosos proyectos y programas en la esfera del comercio que reciben apoyo de los donantes y que están generando una amplia gama de resultados tangibles a nivel de los resultados comerciales, la inversión privada y la creación de empleo en muchos países en desarrollo. La labor conjunta de vigilancia llevada a cabo por la OCDE y la OMC (2013) y descrita en la presente publicación muestra que esas tendencias positivas continúan.

  • Según el Equipo de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio de la OMC, los proyectos y programas deberán considerarse parte de la ayuda para el comercio siempre que hayan sido identificados como prioridades para el desarrollo relacionado con el comercio en las estrategias nacionales de desarrollo de los países asociados.