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  • Chile es uno de los participantes más importantes en el ámbito pesquero mundial. En 2006, Chile llegó al quinto puesto del mundo en términos de producción por pesca de captura, al séptimo en cuanto a producción acuícola, y fue el séptimo exportador de productos del mar. En los caladeros chilenos, las especies más abundantes son las especies pelágicas - jurel, sardina, anchoa y caballa – fundamentalmente pescadas por una flota industrial moderna. La cría de salmón y trucha dominan en la producción acuícola. Existe también una gran flota artesanal que cuenta con derechos de acceso exclusivo a las aguas hasta cinco millas de la costa, aportando trabajo y alimento a muchas comunidades costeras.

  • Chile ha experimentado cambios significativos en sus actividades de pesca y acuicultura a lo largo de los últimos cincuenta años y se ha convertido en uno de los actores más importante del panorama pesquero internacional. En 2006, Chile se clasificó como quinto del mundo en términos de producción pesquera por captura, tan sólo por detrás de China, Perú, EE.UU. e Indonesia. Es el séptimo mayor productor acuícola por detrás de China, India, Vietnam, Tailandia, Indonesia y Bangladesh. Chile desempeña también un papel importante en el comercio mundial, siendo el séptimo mayor exportador tras China, Noruega, Tailandia, EE.UU., Dinamarca y Canadá.

  • Los territorios de Chile se encuentran en el continente de América del Sur, en el Antártico, en Oceanía, y en el Océano Pacífico. Su línea costera continental tiene una extensión de 4 337 km (medida en línea recta), y su zona económica exclusiva suma un total de de casi 2.8 millones de km2. En las pesquerías de pesca extractiva chilenas, las especies más abundantes son las especies pelágicas de jurel, sardina, anchoa y caballa. La cría del salmón y la trucha dominan en la producción de la acuicultura. Durante 2005-2006 se registró un total de 156 especies desembarcadas, que comprendían 75 especies de peces, 35 especies de moluscos, 25 especies de crustáceos, 18 especies de algas, y otras 3 especies.

  • Chile cuenta con un consolidado sistema de regulación en marcha para las actividades de pesca y acuicultura, por parte de los sectores público y privado. En términos generales, el sector público establece las normas básicas para tales actividades ya que, o bien se llevan a cabo en aguas públicas o hacen referencia a la propiedad común de recursos renovables, donde el Estado representa intereses y puntos de vista públicos. A su vez, la industria privada cuenta con instituciones bien organizadas que representan sus propios intereses, mientras que los pescadores cuentan también con poderosas asociaciones de representación que actúan en su nombre. Estas partes, trabajando de forma separada o conjunta, se centran en asuntos nacionales e internacionales, y son responsables de la sostenibilidad de los recursos naturales disponibles y del medio ambiente, el desarrollo social y la maximización de la riqueza adquirida por todas las partes implicadas de forma directa, así como de la sociedad en general.

  • La pesca chilena ha evolucionado rápidamente a lo largo de los últimos 50 años. Durante este período, se han experimentado todas las fases de lo que podría considerarse un camino “normal” de desarrollo: altas tasas de desarrollo en volúmenes de descargas y producción piscicultora en los primeros años, seguidos de sobrecapitalización en la pesca, sobreexplotación de los recursos naturales, prohibiciones para ciertas capturas e impactos sanitarios y medioambientales en la acuicultura. Al mismo tiempo, las políticas de gestión, los sistemas y las instituciones han evolucionado para enfrentarse a estos retos y se han adaptado a las nuevas circunstancias para mejorar los sistemas y la regulación de la dirección.

  • La reglamentación eficaz y efectiva de la pesca y la acuicultura requiere información científica basada en los mejores conocimientos disponibles sobre las poblaciones de peces, las condiciones medioambientales, la dinámica oceanográfica, las realidades sociales, etc. El papel de la ciencia en la gestión y el desarrollo de la pesca y la acuicultura es significativo y es un incentivo para una industria rentable y un medio ambiente saludable. Este capítulo revisa la realización de aportaciones científicas al proceso de gestión en Chile.

  • Chile es un miembro activo en muchos de los foros y acuerdos internacionales que regulan las pesquerías y los océanos. Obviamente, Chile se encontraba en la vanguardia del movimiento para ampliar la Zona Económica Exclusiva a 200 millas náuticas. Chile es uno de los signatarios originales de la Declaración de Santiago sobre Zona Marítima de 1952, en la que Chile, Perú y Ecuador proclamaron su soberanía exclusiva y jurisdicción sobre sus aguas costeras “.. hasta una distancia mínima de 200 millas..” de sus costas, incluyendo el correspondiente lecho marino y su subsuelo. Esta declaración proclamó el derecho de impedir una explotación irracional de los recursos naturales, lo cual podría poner en peligro su existencia, integridad y conservación, afectando negativamente a las poblaciones de esas zonas, que poseen en esas aguas y esas tierras recursos irreemplazables de sustento y riqueza económica vitales para ellas.1 Para implementar este acuerdo, los tres países crearon la Comisión Permanente del Pacífico Sur, CPPS, un organismo jurídico internacional con todas las capacidades para llevar a cabo acuerdos, etc. En 1979, Colombia se unió a la CCPS. En 1982, el resto del mundo le siguió, con el acuerdo CONVEMAR que estableció la zona económica exclusiva de 200 millas en todo el mundo.