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Agradecemos de forma especial al interlocutor del CCI en el Foro Ejecutivo de 2000, la Secretaría de Estado de Economía de Suiza (seco), cuyo generoso apoyo permitió al CCI ampliar la iniciativa del Foro Ejecutivo e introducirla en el terreno de la economía digital. Apreciamos, en particular, la participación del Sr. David Syz, Secretario de Estado, y del Sr. Hans Haefliger, de la seco.
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Juntas, la tecnología digital de la información y las comunicaciones, Internet y el World Wide Web están cambiando de manera radical el panorama del comercio internacional. Juntas influyen de forma significativa en cómo se realizan los negocios internacionales, qué se puede comercializar y quién puede participar. El comercio electrónico se está convirtiendo en un aspecto importante de los negocios internacionales. Sus repercusiones se irán volviendo más profundas y amplias a medida que la tecnología de la información y la comunicación (TIC) se desarrolle y se haga más accesible.
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Internet está cambiando los fundamentos más básicos del mercado internacional en todos los productos y servicios. A través de Internet y del World Wide Web juntos, ha llegado la era del comercio electrónico entre empresas (B2B) y, en breve, será el preludio de la era de los negocios electrónicos B2B.
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Dadas las condiciones del mercado internacional y las necesidades de los compradores, debe ser un objetivo fundamental de la estrategia nacional el tener una comunidad empresarial con una competencia electrónica cada vez mayor. ¿Cómo debe enfocarse esto? La lista de verificación que figura al final del presente capítulo, elaborada durante el Foro Ejecutivo de 2000, permite al encargado de la elaboración de la estrategia determinar el punto de partida de cualquier iniciativa nacional para adquirir competencia electrónica.
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Aunque no es probable que el encargado de la elaboración de la estrategia nacional de exportación represente el papel principal a la hora de garantizar la existencia del entorno adecuado para el desarrollo de la competencia electrónica, sí puede, y de hecho debe, representar el papel de catalizador y defensor, a menudo esencial.
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La creación de un entorno nacional propicio para el desarrollo de la competencia electrónica y la capacidad de comercio electrónico en el seno de la comunidad empresarial debería ser la principal preocupación, a largo plazo, del encargado de la elaboración de la estrategia nacional de exportación. No obstante, es probable que en el análisis final el encargado de la estrategia nacional de exportación no tenga más que una pequeña influencia en muchas cuestiones relativas al desfase digital. Éstas (infraestructura, financiación o educación, por ejemplo) pertenecen más directamente al ámbito de decisión de los planificadores nacionales de otros ministerios distintos del de comercio.
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A todos los efectos y propósitos, la economía digital ha creado todo un mundo nuevo para la institución de apoyo al comercio. En muchos aspectos, la IAC está en una situación muy parecida a la de sus clientes: ahora se enfrenta a una nueva propuesta de negocio y debe responder con rapidez, eficiencia, innovación y flexibilidad.
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