La situación del mercado en el sector de la carne está caracterizada por altos precios nominales del producto para todos los tipos de carne, apuntalados en el lado de la demanda por el rápido crecimiento de las economías en desarrollo y en el lado de la oferta por los altos costos de los insumos, sobre todo por los cereales para forraje y los insumos relacionados con la energía tales como el transporte y la refrigeración. En tanto que los costos del forraje se moderan en cierta medida, una mayor rentabilidad debiera asegurar la expansión del sector. Estos factores tienden a favorecer mayores respuestas de oferta interna en los países en desarrollo, en particular en el caso de tipos y cortes de carne más baratos (carne de aves), y también en donde predominan los sistemas de insumos bajos, incluida la pastura. En el lado de las políticas, las perspectivas de una mayor apertura del comercio internacional de carne que puede derivarse de la adhesión a la OMC de la Federación de Rusia, uno de los más grandes importadores de carne en el mundo, brindará un entorno comercial favorable para el sector. Aunque se prevé crecimiento en la producción y comercialización en el corto plazo para las carnes de aves, de cerdo y ovina, la carne de vacuno estará restringida en un inicio por los rebaños que en años recientes se han agotado en las principales regiones exportadoras.